Por. Briggeth Villagomez de Gestión Creativa IberoamericanaTerminé mi etapa colegial y me gradué. Rendí las pruebas y postule, era si o si odontología, lo decide ya que tiempo atrás pasaba en el odontólogo, me gustaba ver y preguntar sobre los procedimientos que realizaban. En fin, lo conseguí, estudiar odontología en la Universidad de Guayaquil, y ahora debía dejar toda mi vida atrás, mi familia y amigos, mi zona de confort, pues soy oriunda de Mocha un cantón de Tungurahua, en donde viví mi niñez y mi adolescencia, llegó el día de partir, lágrimas no faltaron por parte de mi familia, pero felices por mi logro, fui a radicarme en la casa de familiares partí un 20 de octubre de 2017, mis padres me pagaron buseta en la mañana y las tardes regresaba en bus. Prácticamente tenía dos vidas una en la casa y otra en la universidad. Casa: Al principio vivía con mis tíos, (desde nivelación hasta tercer semestre), mi tía tan linda se despertaba a hacerme el desayuno solo en nivelación, después yo mismo lo hacía, debía acoplarme a su estilo de vida, mi diario vivir se complicó en aquella casa, vivía bajo presión, pues: tenía una hora de ingreso, cumplir obligaciones cocinar, lavar y limpiar, me turnaba con mi prima y aparte compartía habitación con la misma, ella estudiaba en el colegio, yo no podía quedarme hasta muy noche por que debía dormir, mi hora máxima para estudiar y hacer tareas eran hasta las 12 am, a esa hora se apagaban todas las luces y el Wi-fi, pues al principio del semestre yo podía cumplir con todo las reglas de la casa, pero con el pasar del semestre ya no, necesitaba un lugar para mi sola, me faltaba el tiempo y tuve inconvenientes con mi tía, persona estricta, yo vivía en su casa sin pagar nada y de cualquier forma tenía que aportar, tenía problemas por mi hora de llegada, pues en el trayecto de la universidad a casa había retrasos. Pasatiempo, salía de clases y rápidamente iba a casa, pues si tardaba en llegar, ya me estaba llamando, también la comprendo es un ciudad peligrosa y estaba bajo su responsabilidad, pero al mismo tiempo me sentía oprimida, aparte mi carrera demanda tiempo adicional: biblioteca, practicas extras, tutorías y es algo que no podía hacerlo por completo y hablar de salidas, fiestas o diversión ni se diga, debía pedir permiso para salir pero solo en el día, aparte que no me gustaba pedir permiso ya que venía consigo miradas de molestia, así que prefería tener la rutina de casa-universidad, universidad-casa, nunca exprese como me sentía, es cierto que nunca me trataron mal, no me faltó un plato de comida, me llevaban a pasear con ellos y lo agradezco, me abrieron las puertas de su hogar, me dieron la oportunidad de adaptarme y conocer aquella ciudad, estoy eternamente agradecida con aquella familia que me hizo parte de la suya. Pero... me cambie de domicilio, en la actualidad vivo con la familia de una amiga de la universidad, me alquilan un dormitorio, tengo más tranquilidad, me tratan bien, son solidarios y lo más importante que ya no vivo bajo presión, me siento mejor. Me encanta ir al cine, es mi lugar favorito, paso más tiempo con mis amigos, salgo a comer y a fiestas pues no, la universidad me deja exhausta y me dedico a dormir, a la única que voy es al finalizar el semestre. Universidad: Mi lugar favorito, conocí a gente maravillosa y personas que me decepcionaron en el trayecto de estos semestres, ahora estoy rodeada de buenos amigos, tengo a mi mejor amiga que es incondicional. En cuanto a clases, vivo enamorada de mi carrera, en todo este transcurso he tenido bajos y altos en cuanto a materias y docentes pero he sobrellevado la situación, siempre trato de destacar en mi semestre, estudio de lunes a viernes en el horario de la mañana, hasta ahora he conseguido excelencia académica que son los mejores promedios, excepto en tercer semestre que me falto décimas, paso todo el día en la universidad, en clases extras, en la biblioteca, voy a cursos extras los sábados, me interesa la organización juvenil como la Coordinadora Nacional de la Juventud de la Corporación Gestió Creativa, brigadas, entre otras, somos grupos de jóvenes que vamos a lugares o zonas vulnerables para dar asistencia odontológica gratis. Mi primera experiencia fue en un pueblito de Daule en donde atendí a diversos pacientes, era la primera vez que tenía contacto con pacientes pero estaba tranquila ya que estaba aprendiendo y confiaba en mi capacidad, mi primer paciente fue un niñito que me vómito, así fue mi primera experiencia JAJAJAJAJA le estaba haciendo una profilaxis y se comió la pasta profiláctica, y el mejor paciente de aquel día fue otro niñito que puso de su parte, me ayudaba abriendo la boca sin causar movimientos ni quejarse y me dijo al final: “gracias Doctora”, y me lleve esa satisfacción. El ambiente no es el mismo, la Sierra y la Costa son totalmente diferentes; hay otras costumbres, otro estilo de vida, las personas son diferentes, su dialecto al principio no entendía, pero ahora ya estoy adaptaba y esta experiencia me ayudo a crecer como persona y a valerme por mi misma. Hoy por hoy estoy feliz, siento que voy por buen camino y así seguiré siendo parte de la comunidad digital de Gestión Creativa Iberoamericana.
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AutorPerfíl Juvenil. Es el espacio de las y los jóvenes sus vidas, obras y sueños. Visto por Fabián Paredes Vanegas Cordinador Nacional de la juventud por el Ministerio de Bienestar Social en 2003, hoy consultor y escritor en temas de juventud. Archives
Junio 2020
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